miércoles, 27 de enero de 2010

sueño


Esta mañana, poco después de despertarme, ha venido a mi memoria una rafaga del sueño que me había ocupado gran parte de esta noche.

Yo, no suelo recordar por las mañanas lo que he soñado,`por lo que hoy ha sido un poco extraño que haya sucedido así.

Esto es, más o menos lo que recordaba .........


Me encontraba con un grupo de compañer@s de trabajo y estabamos en alguna celebración reunidos. Estabamos animadamente charlando y la conversación derivo hacía el tema del tabaco. Comenzamos a debatir lo perjudicial que puede ser fumar o lo conveniente que puede ser dejar de hacerlo. Llegados a ese punto, yo les comentaba mi creencia en el hecho de que pensaba que podia ser tan importante dejar de fumar, que en mi caso, podria incluso deberle la vida a ese hecho. Les decia que cuando sufrí mi embolia pulmonar, si yo hubiera sido fumadora, no hubiera salvado la vida. En esos momentos yo sabía con toda certeza y seguridad que aquello era cierto y verdadero, que el hecho de que yo hubiese salvado la vida, había dependido unicamente de esa condición. Y no solo yo, a mi lado había otra compañera para corroborarlo y que estaba tan convencida como yo.


El hecho es que hace unos cinco años yo dejé de fumar. Empece tosiendo como una tisica por las mañanas, luego por las noches tenia que ponerme la almohada doble para no ahogarme, y al final decidí que era momento de "quererme" y dejé de fumar. La tos se fué y yo volví a dormir sin ahogos.

Pero en ningun momento se me había venido a la cabeza esa circunstancia, durante ni después de la enfermedad que he sufrido hace un mes, y que nada tuvo que ver con el tabaco ya que fue debida a un trombo que se me formo en las piernas. A sido el sueño, el que de forma inconsciente, lo ha relacionado. Y yo, una vez despierta, la que se a puesto a reflexionar sobre el significado de dicho sueño.

Y he aquí la conclusión a la que he llegado . . .

- que cada cual llegue a la suya -.

Volovieron a mi mente las palabras causa y efecto. Y recorde a Hermes Trimegisto (no se si he escrito bién el nombre) cuando dijo: que tonto es el hombre que cree ciegamente en lo que dicen las estrellas y sabio el que las estudia para cambiar su destino (algo más o menos así era, lo lei hace tantos años, que ya no lo recuerdo
textualmente).

Todos los actos de nuestra vida estan entrelazados. Nada de lo que sucede es individual e independiente. Aquella decisión que tome hace cinco años, no era fundamental para que yo tuviera una trombosis en las piernas y los coagulos fuesen a parar a mis pulmones, pero quiza, si dependio de ella que estuviesen más sanos y fuesen capaces de soportar el bache y salir vencedores de el.

Nosotros escribimos nuestro propio destino. Cada dia tomamos decisiones que nos envian en una dirección, y hacía esa dirección encaminamos nuestro destino. Lo triste, es que la mayoría de las veces desconocemos las consecuencias. Tomamos las decisiones sin apenas sopesarlas y muchas de ella pueden ser de vital importancia. Quiza en eso deveriamos aprender, un poco, de los orientales que nos llevan ventaja.

domingo, 24 de enero de 2010

para mi nieto


Sueños de algodón,
mecidos, entre sabanas blancas,

risas inocentes,

cargadas de esperanzas.


Despertar contento,

sonreir al alba,

ensoñar despierto,

soltar tiernas carcajadas.



¡Que dulce es la infancia!

¡y que deprisa pasa!

si atraparla pudieramos,

y dejarla guardarda,

y mirarla un ratito,

cuando llega la añoranza.


Sonrisas alegres,

cantos de esperanza,

todo es poesia,

todo es templanza.


Manos que acarician,

manos que te abrazan,

manos que te miman,

manos que te calman,

voces que susurran,
frases esperadas,

que calman los miedos,

las noches pesadas,

y que ahuyenta al coco,

y a la bruja mala.


La interpretación de un niño,

de la madre amada.

viernes, 22 de enero de 2010

lo que empezo siendo un día ........ como otro día cualquiera




Aquella mañana .........


......... ella

se levantó de la cama .........


......... como otro día cualquiera.



No tenia que ir al trabajo.

Ella, se preparó el desayuno
y se sentó cómodamente frente al ordenador
-como solía hacer en esos días
en los que su tiempo era solo para ella-.
Incluso estuvo publicando un articulo en su blog.

Cerca del mediodía salió a dar un paseo
con sus compañeras de piso de cuatro patas.

Todos los días seguían la misma ruta,
se dirigían hacía la esquina donde estaba el colegio,
cruzaban la calle,
y bordeando el muro que lo rodeaba,
se dirigían hacía la siguiente esquina;
torcían hacía la derecha,
y seguían bordeando el muro hasta el final de la calle;
donde empezaban los campos y acababa el pueblo.

Allí, las perritas podían correr y hacer sus necesidades,
sin miedo a que las pisara ningún coche
ni ningún vecino quisquilloso
se quejara de que lo molestaban.
Pero aquel no iba a ser un día normal.

Ella, al llegar al muro,
ya estaba un poco cansada.
Y al seguir hasta la esquina
y torcer hacía la derecha,
para enfilar la calle hacía los campos,
era tal el agotamiento que sentía,
que tuvo que apoyarse contra el muro
y detenerse unos segundos a recuperar el aliento.
-Llevaba varios días que se cansaba
ante el más mínimo esfuerzo;
quizá debería darle importancia
y plantearse ir al médico-.

Tras unos segundos de descanso,
volvió a reiniciar la marcha;
pero el agotamiento,
había ido en aumento.
Ahora apenas podía sostenerse en pie.
Las perritas, tironeaban de ella, en su afán
de llegar al campo para que las soltara
y echar una carrera y hacer sus necesidades.

Al otro lado de la calle, había un parque
-con su césped, sus columpios y sus bancos-.
Casi extenuada dio unos pasos vacilantes.
Tenia que cruzar la calle,
llegar a uno de aquellos bancos,
y sentarse.
Aquellos pocos metros parecian, un récord a batir.
Y aquel banco un logro, casi, inalcanzable.



Ella, consiguió al fin llegar y sentarse.
Poco a poco, fue recuperando el aliento,
y se hizo cargo de nuevo de la situación.
Decidió soltar a las perritas allí mismo.
A esas horas el parque estaba casi desierto
y no iban a molestar a nadie.

Al otro lado del parque se encontraba
el cuartel de la guardia civil.
Era la hora del cambio de turno
y algunos de ellos se encontraban charlando
en la puerta de la calle.
Podían llamarle la atención
por tener las perritas sueltas por el parque,
pero tenía una causa justificada.
Y en todo caso, si se acercaban,
les pondría al corriente de la situación
y seguro que se ofrecerían a prestarle su ayuda.



Ella, estaba absorta en sus cabilaciones,
pendiente de los juegos de sus dos compañeras,
ajena al resto del mundo que la rodeaba.
En el otro extremo del parque
un niño jugaba en el césped con un cachorrillo,
corrían, saltaban y rodaban por los suelos.
Al oir a los perros adultos,
el cachorro salió disparado en su dirección
debió creer que el juego, con los de su especie,
debía ser más divertido.

Pero al acercarse y oírlos ladrar tan fuerte
se asustó y acabó refugiandose
entre los pies de ella.
Pobre e inocente cachorrito
que solo buscaba amigos nuevos y mimitos.
Acababa de desatar la ira
de la perrita más pequeña
que en cuanto le vió acercarse a ella
comenzo a gruñirle y a erizar su lomo
indicandole que aquella era su mami
y no permitia que se le arrimara otro perro
para que le hiciera la competencia.

El pobre cachorro salto a los brazos de ella
buscando refugio de la perrita agresora,
y su joven dueño llego sonriente
en previsión de que allí .....
"una buena se estaba armando".

Se había acabado la tranquilidad.



Ella, estaba inmersa en un buen "fregao".
Reñir a su perrita por ser tan poco amigable,
consolar al cachorrito triste y asustado,
Y mientras tanto, la perra más grande,
que había aprovechado todo el jaleo
para irse sigilosamente hacía los campos.

"Resulta que la perra más grande
estaba en celo,
y siguiendo sus instintos animales
había aprovechado el descuido de su mami
para irse un ratito a su aire".

Así que, después de devolverle el cachorrito a su dueño
y comprovar que ya estaba recuperada;
salió en busca de la desovediente Duna,
-muy decidida- hacia los campos .........


jueves, 21 de enero de 2010

después de ..... primera rayada de bola




Creo que hoy, por fin, me siento con fuerzas para escribir, sobre lo que ocurrió aquel extraño dia 9 de diciembre.
No se porque, regresé del hospital con una mezcla de incertidumbre, duda, miedo, un poco extrañas, sobre todo lo que había sucedido durante esos días. Ahora parece que vuelvo a estar más centrada; más segura de mi misma. Y necesito venir a mi rincón privado, para aclarar un poco, el maremagnum de ideas que ha desatado en mi cabeza todo lo ocurrido.


Esta ha sido siempre mi forma de aclarar mis ideas, escribiendolas sobre un papel; y conforme salen de mi interior y son expresadas por escrito, vuelvo a leerlas y las releo, las voy asimilando y las comprendo mucho mejor.


Yo no creo en la casualidad, sino en la causalidad. Todo sucede por una causa y para una causa. Solo necesitamos reflexionar y descubrir la causa por la que se desencadena o para la que ocurren determinados sucesos. Unas veces lo conseguimos y otras no; pero que no lo descubramos no significa que no exista.


Tampoco creo en el castigo negativo sino en el premio positivo. Dios no nos manda enfermedades y sufrimientos para castigarnos. La vida es una escuela y a veces no es grato aprender. No valoramos las advertencias, los consejos y nos arriesgamos a recibir, en su lugar, castigos cada vez más duros.


El joven hace oidos sordos cuando la madre insiste "no bebas mucho alcohol" antes de salir el sabado por la noche; seria justo acusar a la madre de haberle castigado si después de des-oir sus consejos se encuentra de cara a la taza de wather vomitando. O si al día siguiente tiene resaca. O mucho peor si tiene un accidente de trafico y se mata, o mata a los demás, o queda paralitico. Pero seguro que jamás olvida la lección así aprendida. Triste, pero real. Aunque parece algo macabro, solo aceptable si comparas este mundo con algo pasajero.


La vida es un juego, no hay castigo. ¿Que madre desea hacer sufrir a su hijo? ¿Que madre desea hacer daño a su hijo? El cartel dice claramente "te despistaste y te has dado bruces en el suelo" "levanta y aprende a estar más atento la proxima vez". Y ya está, puedes seguir jugando. Una tirita, o a lo sumo, una escayola que te dejara sentado unos dias sin jugar. El problema somos nosotros, que olvidamos que somos niños, y que la vida es solo un juego; y nos la hemos tomado demasiado en serio.


Que cúmulo de circunstancias desencadenaron ese casi trágico desenlace, no son lo más importante, ya que no se pueden evitar porque ya ocurrieron. Pero aprender la lección que este trance nos haya podido enseñar si es importante. La causa serian todas esas circunstancias, a las que no estuve lo suficientemente atenta, o que yo misma cree involuntariamente, o que debian acumularse para que este hecho sucediera. Eso ya paso -supongo que mi mente no lo dejara en paz mucho tiempo- pero si uno no es capaz de captar la enseñanza que llevaba envuelta, el suceso este volvera a repetirse -en distintas circunstancias- una y otra vez hasta que esta sea aprendida.


Del parque se llevo mi hija las perras a casa, y no volvieron a verme hasta diez días después. Cuando me volvieron a ver, sobre todo la Lluna que ha estado conmigo en casa desde que era un cachorrito de mes y medio y que esta enmadra, casi se vuelven locas de los saltos que pegaban y de los lametones que me daban. La Lluna está conmigo en casa de mi hija y la Duna en un principio se iba a subir al chalet del monte, pero como empezó a hacer tanto frío, la tiene mi hijo en su casa. Ahora cuando yo vuelva a mi casa ellas volverán conmigo.
Pero ¿que hubiera sucedido con mis niñas si yo no hubiese vuelto a casa del hospital?

lunes, 18 de enero de 2010

se me acabaron las ganas de pensar ...





Se me acabaron las ganas de pensar...
... de soñar, de imaginar, de recordar....


Desde hace un mes solo existo en el "ahora"
ahora me levanto...
ahora como...
ahora me siento en el sofá...
ahora veo la televisión...
ahora ando...
ahora rio...
ahora...
no lloro...


Y por no llorar...
... no pienso,
que las lagrimas, de tristeza o alegria, al pensar siempre acuden.
Y al no pensar...
... no recuerdo,
porque el recordar, me hace que piense en todo lo vivido.
Y así, cada vez que aquel dia vuelve a mi mente
y empiezan a desfilar las imagenes de todo lo ocurrido
llega un momento que las lagrimas acuden a mis ojos.


Al dar un repaso a los dias anteriores, me asusto.
Creo que estuve danzando en un baile macabro
en el que la muerte y la melancolia danzaban cogidas de la mano
como manifestación de un deseo inexpresado
o como presagio de un futuro incierto e inesperado.


"La Muerte"
¿Cual llego ha ser su proximidad conmigo?

Realmente......
¿la temia tan poco que por eso permanecí tan serena todo el tiempo?
oh! ...
¿estaba convencida de que mi enfermedad no era tan grave?
Todo paso...
... la muerte ... se alejo.
¿Por cuanto tiempo?

Vi el miedo y las lagrimas en los ojos de mis hijos.
Ellos no estan preparados para dejarme partir
¿Y yo?
¿lo estoy?
¿estoy preparada para partir y para dejarles a ellos?


Se me acabaron las ganas de pensar ...
... de soñar, de imaginar, de recordar ...