miércoles, 16 de junio de 2010

paseo


Gruesas gotas de lluvia
desde el cielo caían,
mientras por el sendero regresaban,
felices aquel día.

Les gustaba salir de paseo,
disfrutando de esos momentos,
los perros corrían contentos,
y ella dejaba volar
en libertad su imaginación.

No les importaba mojarse,
de todos modos, no hacía frío,
y las nubes embellecían el cielo,
y le daban un toque de misterio,
haciéndoles sentir escalofríos.

Todos los días,
hacían el mismo recorrido,
una vez por la mañana
y otra al atardecer.

Llegaban hasta el arroyo,
se detenían un rato
jugando en la hierba,
bebían agua en la orilla,
y tomaban el camino de regreso.

Los días de mucho sol,
procuraban ir más tempranito,
cuando estaba nublado,
mejor a media mañana.

Ya se conocían con todos,
los que se iban cruzando
por el camino,
el del pastor alemán,
el de los dos cachorritos,
el bóxer blanco,
que le gusta parar a jugar,
la perrilla negra,
que siempre va atada,
Los mastines atigrados,
que tienen malas pulgas,
y que no se olisquean con nadie.

Ella saluda a los dueños,
y los perros
a sus amigos de especie,
se olisquean, juegan un poco,
y siguen camino.

Antes de entrar al pueblo,
los perros, se colocan las correas,
y si se han portado bien,
se comen unas cuantas chucherías.

Y a esperar la siguiente salida
que felices volverán a disfrutar
los dos perritos y su mami.


Lina - Junio - 2010