domingo, 24 de enero de 2010

para mi nieto


Sueños de algodón,
mecidos, entre sabanas blancas,

risas inocentes,

cargadas de esperanzas.


Despertar contento,

sonreir al alba,

ensoñar despierto,

soltar tiernas carcajadas.



¡Que dulce es la infancia!

¡y que deprisa pasa!

si atraparla pudieramos,

y dejarla guardarda,

y mirarla un ratito,

cuando llega la añoranza.


Sonrisas alegres,

cantos de esperanza,

todo es poesia,

todo es templanza.


Manos que acarician,

manos que te abrazan,

manos que te miman,

manos que te calman,

voces que susurran,
frases esperadas,

que calman los miedos,

las noches pesadas,

y que ahuyenta al coco,

y a la bruja mala.


La interpretación de un niño,

de la madre amada.