martes, 8 de diciembre de 2009

dedicada a Teo, compañero de clase de mi nieto


Teo es un niño Boldavo de ocho años,
que hoy dia 22 de noviembre, feliz se ha levantado,
porque es domingo y el colegio está cerrad0,
y porque además, también es su cumpleaños,
y a su chalet de paella se marchará,
para celebrarlo, con su hermana y sus papas.


Pero al despertarse se encuentra raro,
le duele la cabeza y tosé algo,
tiene que ir a urgencias, para que le mirén,
y para que le den algo, que le curé y le animé.
El médico le receta lo de costumbre,
y después de tomarlo al monte sube.
Ya tienen alli la tarta, regalos y globos,
solo les falta Teo, ¡que llegue pronto!
Ya la fiesta a empezado, Teo se anima,
¡ah comer la paella! . . . , todo son risas.
Después llega la tarta, . . . esperar un poco.
Necesito ir al baño, me encuentro pocho.
¡Papá, acude corriendo, te necesito!
¡Me estoy ahogando, estoy malito!


Ya llega la SAMU, dejadles pasó,
no veis que llevan prisa, que está muy malo.
Se lo llevan corriendo, ¡hay que reanimarlo!
¡Por Dios que es mi chiquillo, doctor salvadlo!


Ya paso la camilla, detras los médicos,
ya hace más de una hora que entraron dentro,
salen yá de los boxes, la cara larga,
señora lo sentimos, no se pudo hacer nada.


¡Madre miá de mi vida, espiritu santo!
cuanto dolor Dios mio ¡que horror, que espanto!





El nació aquí, en un pueblo valenciano porque sus papás se vinieron, desde muy lejos, hace ahora muchos años. Sus amigos del colegio, como cada lunes, esperan verlo en clase; pero hoy con un motivo especial. En sus casas tienen preparado su regalo porque esta tarde cuando salgan del colegio celebraran su cumpleaños.

Al llegar a clase le han echado a faltar y la maestra les ha explicado que Teo ya no está con ellos. Todos se han echado a llorar y no han comprendido como podia haberle sucedido eso a un niño de su edad. Para ellos no es facil entender porque Teo ya no volvera a clase, ni jugara más con ellos; se sienten un poco enfadados con él por haberles dejado si más, poque se ha ido y les duele.



Aquella tarde, al pasar por su calle...

donde debian oirse sonidos de fiesta...

...se oian los gemidos y lamentos de unos padres

donde debian haber globos y risas...

...habia dolor, luto y tristeza

y donde debian haber niños jugando...

...habian aparcados coches con matricula extranjera
que venian de muy lejos a llorar al niño muerto.


Teo, no te olvidamos.

Donde quiera que estes...


...SE FELIZ

2 comentarios:

Reflexiones de Emibel dijo...

Mis lágrimas se unen a las de esos niños que acompañaron a Teo en clase cuando estaba bueno.
Ay, niña, me tocaste la fibra y lo peor que sea real.
¿Por qué tienen que pasarles cosas a seres tan indefensos e ingenuos como los niños? Uno de los motivos por los que dejé de creer en esa fuerza superior que algunos llaman dios, lo respeto pero no lo comparto.

Un besito para Teo , ya hay una estrella más en el firmamento.
Un beso.

anjali dijo...

Yo creo en Dios y espero que haya una explicación justa para todo esto. Aunque se me rompe el alma solo de pensar en esos pobres padres y por eso le dedique este poema, que nacido desde lo más hondo de mi ser. Quiero estar segura que El se reencontro con otros seres queridos y allí donde esté es feliz, y su única pena es ver a los que aquí quedaron tan tristes.